Archivo de la categoría: Censura republicana

Asesinar y eliminar la libertad de expresión asesinando era una afición de la Segunda República

Lo que los republicanos llamaban «salud pública» era prohibir la libertad de expresión y asesinar. Su «limpieza» era acabar ante un paredón.

Paz, piedad y perdón

Una obra objetiva de Ángel David Martín Rubio que busca eso, recobrar la paz , la piedad y el perdón de lo que pasó hace ya casi un siglo.

«Represión republicana en Valencia. Julio de 1936», corregido y actualizado en Amazon.

Se reedita el libro «Represión republicana en Valencia. Julio de 1936» de Víctor J. Maestro Cano, pero corregido y actualizado. Esta nueva versión está exclusivamente al a venta en Amazon.

Analiza los hechos sucedidos en Valencia en julio de 1936, las checas republicanas, asaltos a iglesias, cárceles republicanas. etc. En fin, pues esta nueva edición en Amazon es bienvenida.

El Terror Rojo, de Julius Ruiz, gran aclaración de la represión republicana.

Otro libro magnífico para entender como la república del PSOE,UGT;… asesinaba, depuraba y cometía genocidio. El terror rojo, de Julius Ruiz, informa muy bien de cómo los republicanos reprimieron y asesinaron.

El terror rojo, Julius Ruiz.

Almanaque Las Provincias 1940. A leer….

En la nueva colección de libros importantes para conocer el terror republicano empiezo por el Almanaque Las Provincias 1940. Ahora ese diario derechista justifica a los que lo incautaron y asesinaron a sus lectores, dueños y periodistas. En ese año aún tenía sentido común.

Interesantísimo para conocer también que con el franquismo el valenciano no estuvo prohibido.

Almanaque Las Provincias 1940

Censura de la República contra la… zarzuela. Están tarados estos… republicanos

La república pidiendo matar, perdón, «exterminar» a los considerados enemigos.

Lenguaje de la prensa republicana llamando a asesinar, perdón, «exterminar» a quienes discrepaban. Eso es lo que hoy es considerado maravilloso.

“exterminar a los fascistas pero también a sus simpatizantes”.

“hacer una profunda limpieza de estas alimañas”

Actualizado y ampliado el libro «Represión republicana en Valencia. Julio de 1936» de Víctor Julio Maestro Cano, experto en la represión republicana en Valencia contra católicos, … en Valencia durante la Guerra Civil.

Actualizado y ampliado el libro «Represión republicana en Valencia. Julio de 1936».

A la Segunda República le encantaba la censura

Durante toda la Segunda República existió la censura. No fue un invento de Franco. Todos lo periódicos estaban sometidos a la censura republicana. Es más, hasta los mítines tenían a un representante del gobierno republicano que paraba el acto si había cosas que eran censura a la República.

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Censura republicana

Aunque la mayoría de la gente cree que en la república y en la zona republicana durante la guerra no había censura, y que eso es propio del franquismo, durante la II República y la Guerra Civil hubo permanentemente una férrea censura, que se acentuó desde la victoria del Frente Popular. 

Cualquier publicación había de pasarla por la censura, estando llenos los diarios de marcas blancas, huellas de la censura.  Es más, el gobierno del Frente Popular, en Decreto 22 junio de 1937, estableció un Tribunal especial y castigaba como delito el opinar en contra de la rendición de una plaza o difundir noticias u opinar desfavorablemente sobre la marcha de la guerra (en consecuencia, cuando se acercaba el fin de la guerra en 1939 y los nacionales ocupaban casi toda España podía ser delito decir que la guerra iba mal y se podía perder).  Quienes oyeran radios no autorizadas podían ser encarcelados.

  El periodista e historiador norteamericano Frank E. Manual afirmó que durante la República «había que enviar apresuradamente cada periódico a la oficina de prensa oficial; las secciones suprimidas aparecían como espacios en blanco o con tipos rotos.  El Temps de París, que llegaba unos días después a Madrid, a menudo era más informativo que los periódicos de la capital española.  Sólo reuniendo una colección de periódicos de las provincias y leyendo las páginas tituladas Conflictos Sociales podía uno darse cuenta del alcance del descontento laboral, para el que no había estadísticas oficiales» (The Politics of Modern Spain, 1938).